Essien: "Mou es como un padre, me llamó y aquí estoy"
Michael Essien compareció ante los medios para ser presentado como nuevo jugador del Real Madrid. Al ghanés se le podía ver feliz por convertirse en futbolista blanco.
Butragueño le dio la bienvenida: "Estamos encantados con su llegada, su carácter competitivo y su calidad nos van a ayudar a lograr los objetivos. Este es un club que aspira a todos los títulos y su nueva etapa será, seguramente, muy exitosa".
Le preguntan por su tono físico: "He tenido algunos problemas pero ahora estoy muy fuerte. Si no estuviera preparado el Real Madrid no me habría fichado".
Su posición en el campo: "El Real Madrid tiene muy buenos jugadores, pero estoy preparado para jugar en cualquier posición que Mou quiera que juegue. Estaré encantado de lograr títulos".
Se le conoce por el gol al Barcelona: "Todavía me acuerdo de aquel gol, pero eso es el pasado. Estoy aquí para hacer todo lo que pueda por el Madrid".
Viene cedido por el Chelsea: "Voy a trabajar duro y al final de la temporada veremos lo que sucede".
El fichaje se aceleró: "Todo ha ocurrido muy rápido, estaba en el hotel y cuando me llamó Mou le dije que siempre estaba preparado para venir".
Listo para empezar: "Estoy preparado para jugar. Si quieren que juegue, puedo jugar".
Su relación con Mou, muy especial: "Le veo como un padre porque fue el que me llevó al Chelsea. Tenemos una relación muy buena, nos entendemos".
Su perfil :
Casi 30 años y un sinfin de kilómetros en sus piernas contemplan a un Essien que ya vivió su mejor época. Las lesiones han agravado el paso de los años en el polivalente centrocampista ghanés. Un gladiador que Mourinho conoce muy bien y al que intentará recuperar para la causa blanca. Quizá sea demasiado tarde, pero con 'The Special One' nunca se sabe.
Su maltrecha rodilla derecha ha limitado el rendimiento de un pivote defensivo imponente que llegó a liderar al Chelsea más potente que se recuerda. Su recorrido, su tremenda zancada, su inteligente lectura del juego y de los espacios le convirtió en deseo de media Europa. Por aquel entonces, el Chelsea dominaba la Premier y soñaba con la Liga de Campeones.
En sus tres primeras temporadas acumuló más de 40 partidos sin aparente cansancio. Un auténtico pulmón, un líder natural que expresaba los principios del mediocentro defensivo en su máxima representación. Pero no era únicamente un futbolista de físico intimidador que recuperaba y cedía al creador de turno. Essien era lateral derecho, era central, era un llegador y todo lo que hiciese falta. Y Mourinho lo sabía.
Su lesión de rodilla
En su cuarto año, aquel maldito partido en Trípoli desvío su carrera. Se rompió el ligamento cruzado anterior en un partido de clasificación para el Mundial ante Libia y dijo adiós a la Copa de África que ese año organizaba precisamente Ghana. Nada volvió a ser igual para Essien.
Regresó a los terrenos de juego pero Essien había perdido esa chispa, esa superioridad física que le hacía llegar un segundo antes que el resto al balón. Permanecen sus tablas en situaciones límite. No ha perdido el sentido táctico y en ocasiones ofrece destellos de aquel gran jugador que fue. Pero Essien hace mucho que dejó de ser Essien. Ahora llega al Bernabéu, donde la exigencia es máxima. Puede que el ambicioso reto y la tutela de Mou sean una explosiva combinación que reactive la mejor versión del ghanés. La Estrella Negra necesita algo de luz y en el Bernabéu le esperan multitud de focos...